7 de agosto de 2010

El Vivero de Miramar y el Museo en la publicación “Revista 7600”.

Por medio de la Secretaria de Turismo y Cultura de la Municipalidad de General Alvarado nos enteramos gratamente de la publicación de un articulo turístico en “Revista 7600”, donde detalla las atracciones del bosque del Vivero, incluyendo el Museo Municipal Punta Hermengo. A continuación trascribimos el articulo.
Al reparo de una inmensa reserva forestal, el Vivero Municipal Florentino Ameghino guarda uno de los mejores paseos recreativos de la provincia. Una propuesta con cabalgatas, cuatriciclos, fogones para asados inolvidables y hasta un museo.
Con 10 años, Joaquín se siente lo suficientemente grande como para estar al mando de un volante. "Quiero el cuatriciclo", pide a su padre. Pero Belén, su hermana de 6, prefiere montar a uno de los ponys que le garantizan paseo a tranco lento y sin sobresaltos entre los senderos en los que solo se escucha el crujir de las hojas secas que van pisando a su paso.
Entretenimientos que coronan una jornada que había comenzado entre juegos de plaza y que disfrutaron en familia junto a uno de los cientos de fogones que, como cada domingo al mediodía, cambian el tradicional perfume de los pinos por el de exquisitas carnes asadas a la parrilla. Apenas opciones que ofrece este Vivero Municipal "Florentino Ameghino", una reserva forestal de más de 500 hectáreas que nació hace más de 80 años con la fijación de dunas y que hoy exhibe una notable vegetación, compuesta en su mayoría
por pinos y eucaliptos de enorme altura.
Es el paseo al aire libre por excelencia de Miramar y el que le ha posibilitado a este balneario tener un atractivo que le garantiza llegada de turistas durante todo el año, en especial marplatenses que conocen muy bien las ventajas de hacerse esta escapada que demanda poco más de media hora con rumbo Sur por la ruta 11. La prolijidad y el cuidado del lugar es uno de los secretos principales de la excelente respuesta que logra el lugar,
además de la variedad de actividades que propone. Dentro de sus límites hay proveeduría, espacios para cocinar, juegos y la posibilidad de alquilar caballos, bicicletas y carros a pedal. También, dentro o ya en su límite con la playa, se abre la chance para recurrir a cuatriciclos o paseos en los clásicos buggys.
A buen resguardo se encuentra un sector del vivero que es el que precisamente se destina a la producción de especies vegetales. Y a pasos de los fogones se puede avanzar cuesta arriba por el médano forestado más alto del país. En la reserva también se puede visitar el Museo Punta Hermengo, un espacio que la comuna supo reservar para contar a partir de
piezas y testimonios la historia de la zona, así como también para exhibir detalles de la fauna y flora originaria del lugar, desde los jilgueros, benteveos y cotorras que hoy le ponen música al bosque hasta los restos de animales prehistóricos que dominaron la región con su notable porte.
La inversión privada también se acercó a este sector de Miramar, donde Frontera Sur se propone por estos días como un espacio donde compartir gastronomía y alguna actividad de aventura, y en verano suma la refrescante propuesta que incluye piscina, toboganes acuáticos, un spa y cabañas para alojarse. En el vivero también hay un rincón para la
oración y la religión. En la gruta de Lourdes, construida con madera extraída de la propia reserva y que está en pie desde hace 30 años, espera un ambiente ideal para un momento de reflexión y paz interior. En especial con las periódicas misas que allí se celebran.
Mas información en
www.museodemiramar.com.ar