19 de abril de 2014

Mariana Boh, fue destacada en General Alvarado y reconocida por el Senado bonaerense.




El evento se llevó a cabo el miércoles 26 de marzo en el Teatro Podestá de la ciudad de La Plata.

Cabe recordar que el intendente Germán Di Cesare, en el marco del Día Internacional de la Mujer, envió la nómina de mujeres destacadas de nuestro distrito de General Alvarado que viajaron a la ciudad de La Plata, acompañadas por la coordinadora de la Biblioteca y del Teatro Municipal, Verónica Morosinotto.

Mariana Suárez Boh (arte), Sandra Simón (deporte), Carmen Carmona (actividad comunitaria) y Marisa Sáenz (cultura) recibieron sus reconocimientos a la mujer alvaradense en el acto que se llevó a cabo en el Teatro Podestá de la capital bonaerense.

“Con enorme alegría luego de la postulación que hiciera el Municipio de Gral. Alvarado, en la persona del Sr. Intendente Municipal Dr. Germán Di Cesare, el pasado miércoles 26 de marzo viajamos a La Plata acompañadas de la Sra. Directora de la Biblioteca Municipal, Verónica Morosinotto” señaló a través de su cuenta de facebook, Mariana Suarez Boh.

“Un reconocimiento a la labor cultural que viene como un empujoncito en un año que arrancó complejo”, agregó y agradeció a “la Dirección de Cultura MGA por tenerme en cuenta para esta distinción que nos otorgó el Senado de la provincia de Buenos Aires”.

“Un lujo compartir con Sandra Simón, Carmen Carmona y mi admirada Marisa Sáenz esta distinción”, finalizó.

Un miramarense en las Islas Malvinas.

El año pasado compartimos la misma imagen en conmemoración de esta jornada. La medalla perteneció al Sr. Héctor Raúl Ibarra, Sargento de Infantería del Regimiento de Infantería Mecanizada General Viamonte. El mismo estuvo en las Islas Malvinas desde el 13 de Abril hasta el 24 de julio de 1982. La medalla, capote y borceguíes pertenecen al patrimonio del museo. También en el archivo hay material referido a esos días, el cual es muy interesante leer para analizar como se vivió aquel momento.
Mas info www.museodemiramar.com.ar

Donacion de un fonógrafo Maestrophonic Paillard (1925).

Una agradable sorpresa. La donación de este hermoso fonógrafo Maestrophonic Paillard de mediados de los años 20. La donante es la señora Graciela Salgado y el mismo fue de su abuelo Héctor Salgado, que en un tiempo fue administrador del hotel América. Mas info www.museodemiramar.com.ar

Donacion de Calculadora marca Olivetti Divisumma de 1964

Donación realizada hoy mismo por parte de Nélida Isabel y Lucía Elvira Urquía. Una calculadora marca Olivetti Divisumma 24 de 1964 (más o menos). Funcionó en la firma Urquía Hermanos. Las calculadoras se van juntando también. Mas info www.museodemiramar.com.ar

Otro juguete historico.

Otro juguete para la muestra. Es de origen japonés de los años 50, marca Mikuni. El extraño caballito tiene cuerda. Estos juguetes de lata se hacían por lo general reciclando las latas de conserva ya que Japón aprovechaba toda materia prima que se podía. Mas info www.museodemiramar.com.ar

Maquina de coser de juguete de 1954 en la ciudad de los niños.

El primer objeto de una nueva propuesta que estamos planeando dentro de las salas del museo. Es una donación de Ana Maria Saffer. La idea tiene que ver con el slogan más conocido de la ciudad. Maquina de coser de juguete. (1954).

Talla en Mar del Sud.



Sigue en proceso la construcción de esta obra.
El público puede visitar al artista en la plaza principal de la Villa Balnearia durante toda la semana. En la Foto Germán Garbiso, el proceso creativo y los detalles que se van vislumbrando. Para ello, Garbito se inspira en todo aquello que sea autóctono de Mar del Sud, pidiendo asesoramiento de la fauna prehistórica y de los aborígenes de la región, cuyos datos fueron facilitados por personal del Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar. Mas info www.museodemiramar.com.ar

Reconstruyen el histórico Boulevard Atlantic Hotel de Mar del Sud.




El edificio, levantado a fines del siglo XIX, recupera su esplendor; prevén abrirlo en cinco años
Por Darío Palavecino  | LA NACION - MAR DEL SUR.- El primer paso es casi estético y más que bienvenido. De hecho, ya se ven los primeros resultados. La fachada es una clara muestra del antes y el después. El sector más próximo al mar, con paredes descascaradas y ornamentos que penden de las cornisas, resume el abandono y la desidia que abrazaron a este edificio durante las últimas décadas. El otro extremo es la renovación en marcha y un buen anticipo de un futuro no muy lejano, ya con paredes prolijas y aberturas que con tarea artesanal recuperan líneas arquitectónicas merecedoras de elogios de aquellos turistas que allí pernoctaban a fines del siglo XIX.
Ese ayer y hoy plasmado por estas horas en el frente del Boulevard Atlantic Hotel permite un viaje en el tiempo entre aquellos años de gloria y glamour, los tiempos recientes signados por el abandono y este presente que deja atrás el riesgo de condenarlo a las ruinas y lo acerca al pretendido objetivo de recuperar huéspedes, ahora con características, condiciones y oferta propia de un establecimiento con nivel comparable al de un cinco estrellas.
Las obras de restauración y recuperación de este emblemático hotel, unos 15 kilómetros al sur de Miramar y a menos de 200 metros de la playa, llegaron de la mano de un inversor privado que se entusiasma con reinaugurarlo en cinco o seis años. El proyecto contempla una reforma total en el interior con la construcción de casi 40 habitaciones bien amplias, confitería y salón comedor en planta baja, piscina climatizada, gimnasio y salón para eventos, entre otros servicios.
Los trabajos comenzaron hace dos meses, y en este breve período ya se ven cambios muy notorios, que comenzaron sobre la fachada que da a la Avenida 100. Se inició por el sector del ala oeste de este inmueble de 4500 m2 cubiertos. Supo tener 76 habitaciones, cuya distribución aún se puede percibir en la pizarra de conserjería, donde el nombre de huéspedes y reservas para mesas del comedor se anotaban y renovaban a diario con tiza y borrador. El edificio original comenzó a construirse en 1890.
"Después de mucho tiempo podemos ver que el Boulevard Atlantic Hotel empieza a ser recuperado para devolverle las condiciones que lo hicieron destacar durante más de un siglo", dijo a LA NACION Eduardo Gamba, que alquiló y operó el establecimiento entre 1972 y 1993, ha habitado allí durante los últimos años y acaba de firmar un acuerdo para que un inversor privado aporte fondos y mano de obra para restaurar el edificio y devolverlo al mercado.
Puertas adentro, todo es deterioro. Los fieles pisos de pinotea soportaron más de un siglo y son los que en los últimos tiempos vieron pasar a miles de visitantes, que ahora pagan 25 pesos para visitas guiadas por estas instalaciones dominadas por techos plenos de goteras y sostenidos con tabiques para evitar derrumbes, paredes picadas y húmedas y algunos detalles que mantienen algo del lujo que alguna vez tuvo, como espejos trabajados y farolas de época.
En el patio interno sobreviven las dos enormes palmeras -tan simbólicas como para ser parte del logo publicitario del hotel- que superan la línea del techo a dos aguas y realzaban la vista que tenían los huéspedes desde la galería del primer piso.
Los andamios cubren la mitad de la fachada, sobre la que se concentran las obras de restauración. Los cambios son contundentes y todo parece indicar que antes de que finalice el año el Boulevard Atlantic Hotel mirará a la calle con una imagen renovada a nuevo, tarea de restauración que lleva adelante la empresa de los hermanos Julián y Juan Manuel De Michenzi.
"Será un gran beneficio para Mar del Sur, todo un atractivo turístico y en pocos años más un hotel de categoría como no había por aquí", destacó a LA NACION la secretaria de Turismo de General Alvarado, Eugenia Bove. De la fachada se rescataron las piezas decorativas que estaban en mejor estado y se las copió a partir de matrices y moldeados, un trabajo que se realiza todo a mano. A cuchara y fratacho, previo picado de la superficie deteriorada, se devuelven solidez, prolijidad y presencia a todo el frente. "Esto se dejó estar, porque el hotel funcionó a pleno hasta 1993", recuerda Pedro Basili, que junto a Gamba está en el establecimiento y hace las visitas guiadas
Mas info www.museodemiramar.com.ar

Fragmentos de lozas de naufragios a mediados del siglo XIX:

Una muy reciente donación de Maria Nazarena Gregorini. Se trata de algunos de los trozos de loza que se encuentran en la zona de Centinela del Mar, que corresponden a algún naufragio de un barco de carga de mediados del siglo XIX. Los fragmentos superior y el inferior parece que fueron parte de soperas o salseras.Mas info www.museodemiramar.com.ar

Lo que tenes que saber sobre Centinela del Mar – Patrimonio Bonaerense.



Un buen resumen de lo que queremos hacer en Centinela del Mar. El logo es el esquema del plano del Túmulo del Malacara, un antiguo cementerio de pueblos originarios, hallado en inmediaciones de ese arroyo y cerca de ese poblado.

QUIENES SOMOS

Este es un espacio abierto a la comunidad, integrado por una heterogeneidad de actores provenientes de distintos sectores (vecinos, educadores, representantes de comunidades originarias, investigadores, etc.) que hemos coincidido en efectuar acciones colectivas con el objetivo de impulsar el establecimiento definitivo de un área protegida que garantice la preservación de los ambientes litorales y el legado patrimonial atesorado en la costa atlántica de los Partidos de General Alvarado y Lobería (sudeste de la provincia de Buenos Aires).
Contamos con que esta página represente un canal fluido de divulgación, comunicación y colaboración con la comunidad en general, permitiendo poner a su disposición todos los recursos posibles e informar sobre la situación crítica por la que atraviesa esta singular área natural.

Esperamos sus comentarios y sugerencias.

SITUACIÓN REGIONAL

Los sistemas de dunas litorales bonaerenses que originalmente se extendían en una vasta línea costera vienen siendo sometidos desde hace un siglo, a un acelerado proceso de degradación, fragmentación y sustitución. Los efectos más significativos corresponden a la fijación de dunas por forestación de especies exóticas, la explotación desmedida de arenas, como así también, la ausencia de políticas de planificación territorial coherentemente reguladas. Las alteraciones antrópicas han conducido inevitablemente a la pérdida parcial o total de la biodiversidad original, posiblemente de carácter irreversible. Asimismo, las transformaciones han afectado de forma aguda la delicada dinámica en el intercambio de arenas entre playa y dunas, provocando un incremento de la erosión costera y la consecuente pérdida de considerables recursos económicos para contener los efectos de este fenómeno sobre zonas urbanas.
En el marco de esta crítica situación regional, la franja del litoral atlántico comprendida entre los arroyos La Tigra (Partido de General Alvarado, véase Mapa en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=161506710656007&set=a.161505787322766.39168.141890182617660&type=3&theater ) y el Moro (Partido de Lobería) representa uno de los últimos relictos de ambientes costeros naturales existentes en la provincia de Buenos Aires.

CARACTERÍSTICAS AMBIENTALES Y VALOR PATRIMONIAL DEL ÁREA

En el sector litoral señalado, aun es posible observar campos de dunas de gran extensión y diversas geoformas que lindan en su frente con prolongaciones acantiladas de distinta edad y características litológicas. Estos ecosistemas litorales de alta relevancia biológica, preservan comunidades faunísticas y florísticas autóctonas de la costa pampeana austral, incluyendo especies endémicas (por ej. la "Lagartija de las Dunas" Liolaemus multimaculatus, declarada Monumento Natural de la Provincia de Buenos Aires en el marco de la Ley 10.907) y migratorias, muchas de las cuales presentan poblaciones en estado de conservación vulnerable.
Las extensas playas, hasta hace poco carentes de obstrucciones humanas, son excepcionales para la observación de la avifauna marina y pampeana. Durante la bajamar es posible contemplar enormes restingas extendidas centenares de metros antes de sumergirse en el océano, donde es común advertir todo tipo de organismos de hábitos intermareales. Entre las enormes acumulaciones de arenas serpentean arroyos permanentes y estacionales, los cuales brindan corredores biológicos naturales para las especies que se desplazan desde Tandilia. Dichos cursos muchas veces se encuentran anegados por dunas conformando someras lagunas litorales antes de desaguar en el Atlántico. Su singularidad íctica es destacable ya que en ellos prosperan comunidades de peces cuya composición caracteriza a la región interserrana de la provincia de Buenos Aires. Tal vez una de los aspectos ecológicos más destacados del área sea la supervivencia de las últimas comunidades vegetales originales de la región pampeana. El reconocimiento internacional a la importancia de su conservación ha quedado explícito en su categorización como una de las Aéreas Valiosas de Pastizal (AVPs) en América del Sur, bajo el nombre de “Dunas del Sureste Bonaerense” (veasé Bibliografía en http://www.facebook.com/notes/reserva-natural-centinela-del-mar-perfil/bibliografía/111757815646895).
Aunque la riqueza y particularidad biológica de estos ecosistemas representan por sí solos argumentos suficientemente meritorios a la hora de implementar acciones directas para su conservación y resguardo, el sector referido alberga además, una riqueza patrimonial subrayable.
Hasta hace poco tiempo, el difícil acceso al área permitió una relativa preservación de sus tesoros arqueológicos y paleontológicos, brindando desde el siglo XIX herramientas de significancia continental para la comprensión de los procesos ambientales, biológicos y culturales que afectaron a la región durante los últimos dos millones de años. La conservación conjunta de los acantilados litorales y los desplayados interdunales allí presentes, garantizan la continuación de los estudios paleontológicos, geológicos y arqueológicos que actualmente desarrollan varios equipos científicos provenientes de diversos puntos del país y del extranjero (véase Bibliografía anexa). Las nutridas asociaciones de vertebrados fósiles exhumadas durante los últimos años representan un conjunto de evidencias de gran trascendencia para la comprensión de los cambios climáticos acontecidos en el pasado y presente, y han incrementado el acervo patrimonial de numerosos museos nacionales y locales. Asimismo, los conjuntos líticos conservados en las riberas de los arroyos, tanto como los restos superficiales hallados en los desplayados representan elementos esenciales en la interpretación de una multitud de aspectos vinculados a la vida de los grupos humanos que antiguamente habitaron el extremo sur del continente.
Por otra parte, el patrimonio histórico-cultural local es objeto de un creciente interés dada su trascendencia como legado identitario local, regional y nacional. Al respecto puede señalarse los viajes a la zona efectuados por los hermanos Ameghino y colaboradores a principios del siglo XX vinculados a la famosa controversia sobre los orígenes del hombre, y cuya trascendencia mundial marcó un hito muy particular durante el inicio de las ciencias naturales en la Argentina. También es conocida la repercusión que ha tenido el continuo hallazgo de fragmentos correspondientes a antiguas lozas inglesas principalmente sobre la costa de Centinela del Mar, hecho que parece indicar la existencia de un importante y misterioso naufragio ocurrido a mediados del siglo XIX (http://enelmardelsur.blogspot.com.ar/2012/03/las-lozas-de-de-centinela-del-mar.html). Recientemente, el pequeño pueblo de Centinela del Mar ha comenzado a ser centro de una serie de encuentros vecinales y peñas folclóricas que atrae un nutrido público durante la temporada estival, pugnando por conservar las tradiciones ancestrales es visitado por artistas pampeanos y patagónicos.
La conservación del sistema dunas-playa también tiene aparejado un inestimable valor económico-funcional. Esto se debe a que su persistencia garantiza localmente un suministro permanente de agua para consumo humano, mientras que paralelamente brinda estabilidad geomorfológica a las playas turísticas lindantes deriva arriba (principalmente los balnearios ubicados en Mar del Sur y Miramar).
El valor paisajístico para la explotación eco-turística de bajo impacto puede representar un interesante recurso económico local , siempre que respete la intangibilidad necesaria que deben mantener muchos de sus sectores para lograr su sustentabilidad a largo plazo.

ALTERACIONES ACTUALES Y RIESGO FUTURO

En los últimos años este baluarte patrimonial costero ha comenzado a sufrir en forma directa una incesante degradación de sus estructuras geológicas y ambientes naturales. Las formaciones acantiladas y los sistemas de dunas están siendo alterados para la construcción de propiedades particulares, la mayoría asentadas sobre terrenos públicos, muchas veces extendiendo alambradas ilegales hasta el mismo nivel mareal. También se ha incrementado notablemente el hallazgo de restos fósiles destruidos por el paso de motocicletas y vehículos de doble tracción sin ningún tipo de regulación. Efectos que suman sus perjuicios a las actividades de caza furtiva y pesca no regulada. Sin embargo, el hecho más preocupante se debe a la inquietante aparición de ignotos parcelamientos y propiedades particulares en terrenos públicos. Es posible que si no toman decisiones rápidas y certeras, los esfuerzos de conservación en el área deberán soportar los comúnmente trágicos embates de la especulación inmobiliaria y el turismo predatorio.

Centinela del Mar – Patrimonio Bonaerense.