En el mes de abril, personal del Museo Municipal Punta Hermengo restauro tres copias de los cráneos humanos hallados por Florentino Ameghino a fines del siglo XIX y principios del XX, cuyas procedencias es de nuestra zona, los cuales apoyaron su teoria del "Origen del Hombre Americano". El material, ahora exhibido, llego a nuestra institución en 1994, por medio del Lic. Adrián Giacchino de la Fundación Félix de Azara. A fines del siglo XIX, el argentino Florentino Ameghino planteó erroneamente que el ser humano habría evolucionado en las Pampas argentinas, y desde aquí migró al resto del planeta. El material fue restaurado por Daniel Boh y Mariano Magnussen. Los restos fósiles que habían servido para construir la teoría de Ameghino eran de hombres de tiempos relativamente modernos y sólo el fémur de Miramar tenia cierta antigüedad, pero no la suficiente.El sabio argentino Florentino Ameghino, en su obra "La antigüedad del hombre en el Plata" (1880), afirma que los inicios de la raza humana se produjo en las pampas argentinas. Para su época los descubrimientos hechos o inspirados por Ameghino fueron sensacionales y revolucionarios. Según él, América habría sido el centro de evolución de todos los mamíferos; y ciertos antecesores del hombre que, en las planicies desprovistas de vegetación arborescente de la Argentina, "se vieron obligados a levantarse sobre sus miembros posteriores para explorar el horizonte", habrían dado nacimiento al verdadero precursor del hombre, es decir, al primer ser adaptado a la posición erecta, que llamó Tetraprothomo; y de este habrían nacido por evolución progresiva el Triprothomo, el Diprothomo y finalmente el Prothomo, antecesor inmediato del hombre actual. El Tetraprothomo argentinus está representado por un fémur y una vértebra cervical, hallados en Monte Hermoso; el Diprothomo platensis, por un casquete craneal descubierto en el puerto de Buenos Aires; el Prothomo pampeus, por una serie de cráneos y osamentas provenientes de diferentes lugares de Argentina. Según Ameghino, el primero debió pertenecer a las capas geológicas más antiguas del Mioceno superior (serian más de 20 millones de años), el segundo en el Plioceno (5 millones de años) y el tercero en la misma formación geológica solo que en la parte media. Los tres serian de la era terciaria, y por lo tanto anteriores a los vestigios de esa época que había en el Viejo Continente. Resultaría de esto que América seria la cuna de la humanidad, de cuyo centro partieron las emigraciones que poblaron la tierra de mamíferos y de hombres. La edad que Ameghino atribuye a sus múltiples hallazgos está muy lejos de lo real. Él es y fue el único que sostenía la antigüedad de las capas geológicas en que se encontraron dichos hallazgos. Los hallazgos por si mismos no valen mucho. Un fémur y una vértebra bastaron para que Ameghino creara al Tetraprothomo. Ambas piezas proceden de un mismo yacimiento. La vértebra es humana pero según estudios posteriores correspondía a una mujer piamontesa, y el fémur no puede ser de esa mujer ya que es mucho más corto y por sus particularidades no se lo considera humano; perteneció a un carnívoro, probablemente a un félido. El casquete craneal que condujo al Diprothomo, sumamente incompleto, Ameghino había hecho mal la reconstrucción, se demostró había sido proyectado erróneamente. Según el sabio argentino los cráneos que representaban al Prothomo tenían rasgo primitivos, pero los antropólogos no tuvieron dificultad en descubrir que estos caracteres provienen de errores de técnica y de una deformación artificial que se practicaban los indios, y los huesos son de edad reciente.
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