17 de junio de 2019

Tapirus dupuyi, el fósil que homenajeo al miramarense José María Dupuy.





José María Dupuy, ingresado en 1910 a Prefectura General de Puertos, fue Jefe de la Ayudantía de Miramar entre los años 1912 a 1930.
En esa época se produjeron en las playas de Miramar significativos descubrimientos paleontológicos del tipo prehistórico, por parte del paleontólogo Lorenzo Parodi y de Carlos Ameghino (hermano de Florentino) junto a otros científicos del momento. Dupuy, desde un primer momento, se convirtió en un entusiasta aficionado a esa rama de la ciencia y buscador de restos en las playas de Miranar, logrando en esa tarea hitos muy importantes en su aporte a la ciencia argentina, a saber:
1916- Hallazgo de los restos de una nueva especie de tapir prehistórico del Cuaternario bonaerense, al cual Carlos Ameghino bautiza como "Tapirus Dupuyi”, en homenaje a su descubridor.
1917- Encuentra varios restos fósiles asociados entre si, los cuales constituyen los huesos de un Hippidium, un primitivo caballo americano del Pleistoceno.
En la época, además, construye el primer museo paleontológico de Miramar, en el mismo local de la Ayudantía y se le encarga, oficialmente, al personal de Prefectura, la custodia de los yacimientos en Miramar.
1925- Dupuy descubre los restos de un perezoso gigante del pleistoceno, bautizado como Glossotherium. Es trasladado al museo de la capital.
1926- Junto a Lorenzo Parodi, diseccionan y procesan los restos de una ballena varada en las playas. Este cetáceo, de unos 26 metros de largo, está hoy exhibido en el Museo de Ciencias Naturales de Buenos Aires.
1928- Descubre los restos fósiles de un Gravigrado, especie de mamífero gigante.

Es una especie de mamífero perisodáctilo extinto de la familia de los tapíridos y del género Tapirus que vivió en el Pleistoceno de América del Sur.
Esta especie fue descrita originalmente por Carlos Ameghino en 1916, empleando como base materiales fragmentarios colectados en sedimentos del Ensenadense en la ciudad de Miramar, provincia de Buenos Aires, cuya especie homenajea a José María Dupuy, prefecto local y coleccionista en ciencias naturales.
Un amplio estudio de todos los materiales colectados en los yacimientos fosilíferos de América del Sur referidos al género Tapirus llegó a la conclusión que es una especie dudosa por la falta de material fósil, al igual que Tapirus australis, Rusconi, 1928. Este taxón, como cualquier integrante del género Tapirus, se asocia a climas cálidos, y ambientes de pluviselvas, sabanas o bosques húmedos de tipo tropical o subtropical cercanos a ríos o pantanos; con dieta herbívora hojas, frutas, etc.
Era un animal de tamaño mediano, con una longitud que variaba desde 1,8 metros hasta los 2,5 metros, y un peso de 220 a 300 kilogramos. Sin embargo, la principal característica del tapirus es su alargado hocico en forma de pequeña probóscide, que usa principalmente para arrancar las hojas, hierbas y raíces que constituyen su alimento.
Sobre la base de análisis morfométricos de sus dientes se llega a la conclusión de que Tapirus rioplatensis es significativamente mayor que Tapirus terrestris, Tapirus mesopotamicus, y Tapirus rondoniensis, y algo más grande que otros grandes tapires fósiles o vivientes, tales como Tapirus oliverasi, Tapirus indicus, Tapirus tarijensis, y Tapirus haysii.