28 de diciembre de 2012

Consultas al Museo sobre la invacion de Libelulas en la ciudad.

Millares de libélulas o Alguaciles han invadido jardines, plazas, campos, centros urbanos y todo rincón adyacente a la costa atlántica durante la tercera y cuarta semana de diciembre.


Pero estos simpáticos y molestos “anisópteros” se convirtieron en un mal necesario para la comunidad, y si las condiciones meteorológicas y biológicas lo permiten, se podría repetir hasta mediados de Marzo. El Museo Municipal Punta Hermengo de nuestra ciudad, recibió muchas consultas por parte de vecinos y turistas.

La invasión de las llamadas libélulas (Aeschna bonariensis) de tamaño variado de 3 a 8 cm, son totalmente inofensivas para los seres humanos, y resultan beneficiosas porque se alimentan de larvas de los mosquitos, los cuales son realmente mas molestos y trasmisores de enfermedades bien conocidas en la época estival, sostuvo Mariano Magnussen,  integrante del Museo Municipal de Miramar.

Durante los últimos días, tuvimos una treintena de consultas personales en nuestro museo, y otra gran cantidad en nuestro e-mail, comenta el museólogo Daniel Boh, titular de la institución.

Las libélulas no pican a los seres humanos y son valiosas como depredadores, ya que controlan las poblaciones de insectos como los mosquitos (Culex sp), las moscas (Musca sp) y eventualmente de varias polillas y mariposas, que son transmisores de enfermedades como el dengue y la gastroenteritis. Enormemente veloces, esta ventaja les permite a estos insectos capturar en el aire a los lentos mosquitos. El hábitat natural de las libélulas se halla en las proximidades de los charcos, lagos, banquinas o zonas pantanosas.

Una libélula adulta activa tiene un corto ciclo de vida, de apenas cuatro semanas. El ciclo de vida de las libélulas, desde la fase de huevo hasta la muerte en edad adulta, abarca entre seis meses a un año. Las libélulas hembras ponen los huevos en o cerca del agua, a menudo en las plantas flotantes o emergentes. En ocasiones, las hembras ponen huevos entre las pequeñas grietas del barro o musgo. Los huevos eclosionan en ninfas. Mientras que están en la etapa de ninfa se alimentan exclusivamente de larvas de mosquitos.

La explicación de este raro fenómeno natural en la costa atlántica, se debe a las altas temperaturas, acompañadas de abundante lluvias (muy parecido al clima subtropical) y los fuertes vientos del oeste, han permitido que millares de ejemplares (que normalmente se reproducen en todo la región bonaerense y pampeana) sean desplazados por los vientos hacia el este, convirtiendo a la costa atlántica en un rincón “trampa - limite” para estos, es decir, si bien parece una invasión o plaga, solo se trata del mismo numero que se genera naturalmente, pero acumulados en solo sector, sostuvieron los especialistas.

Se le aconseja a la población, evitar el uso de venenos y plaguicidas, ya que estos son verdaderamente perjudiciales para la salud, y las libélulas son controladores naturales de otras plagas mucho mas molestas y perjudiciales para los seres humanos.

Para saber mas, se puede visitar el sitio www.museodemiramar.com.ar