Se
puesto en valor el cráneo de un Macrauchenia, un animal que vivió en esta zona
hace un millón de años, durante el Pleistoceno. En el Museo Municipal de
Ciencias Naturales Punta Hermengo de
Miramar, exhibe y resguarda varios restos del esqueleto de este gigante
extinto, como cráneo, mandíbula, fémur, humero, falanges, vertebras entre
otros.
Su aspecto en vida es digno de una película de ciencia-ficción. Su nombre
significa "cuello largo" y es otra especie del orden "Litopterna". Sus
dimensiones eran semejantes al de los camellos actuales, pero los orificios
nasales y una gran fosa elíptica señala la presencia de una trompa, algo mas
larga que la del tapir actual.
Poseía largas patas y pies ungulados, provistos de tres dígitos. Es
probable que no corriera con mucha velocidad, ya que las proporciones de las
patas traseras estaban invertidas, como ocurren con los animales no corredores,
por ejemplo, la jirafa.
Su alimentación estaba basada en vegetales de zonas pantanosas donde pasaba
la mayor parte de su tiempo, y del pastoreo. Algunos autores han
formulado la hipótesis de que estos mamíferos estaban adaptados a una vida
semiacuática.
Sin embargo, sus restos han sido hallados no sólo en
depósitos asociados a cuerpos de agua sino también en eólicos correspondientes
a ambientes áridos y semiáridos. Los molares superiores son de sección cuadrangular de
corona alta. Se extinguió a fines del Pleistoceno y principios del Holoceno. En
la actualidad el hallazgo de fósiles de Macrauchenia son muy
escasos en todo América latina. Macrauchenia patachonica
se halla en sedimentos del Pleistoceno tardío de Brasil, Paraguay, Chile,
Bolivia, Uruguay y la Argentina.
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info en www.museodemiramar.com.ar