16 de junio de 2018

El cráneo de Macrauchenia nuevamente en la sala del Museo de Miramar.


Se puesto en valor el cráneo de un Macrauchenia, un animal que vivió en esta zona hace un millón de años, durante el Pleistoceno. En el Museo Municipal de Ciencias Naturales  Punta Hermengo de Miramar, exhibe y resguarda varios restos del esqueleto de este gigante extinto, como cráneo, mandíbula, fémur, humero, falanges, vertebras entre otros.
Su aspecto en vida es digno de una película de ciencia-ficción. Su nombre significa "cuello largo" y es otra especie del orden "Litopterna". Sus dimensiones eran semejantes al de los camellos actuales, pero los orificios nasales y una gran fosa elíptica señala la presencia de una trompa, algo mas larga que la del tapir actual.
Poseía largas patas y pies ungulados, provistos de tres dígitos. Es probable que no corriera con mucha velocidad, ya que las proporciones de las patas traseras estaban invertidas, como ocurren con los animales no corredores, por ejemplo, la jirafa.
Su alimentación estaba basada en vegetales de zonas pantanosas donde pasaba la mayor parte de su tiempo, y del pastoreo. Algunos autores han formulado la hipótesis de que estos mamíferos estaban adaptados a una vida semiacuática.
Sin embargo, sus restos han sido hallados no sólo en depósitos asociados a cuerpos de agua sino también en eólicos correspondientes a ambientes áridos y semiáridos. Los molares superiores son de sección cuadrangular de corona alta. Se extinguió a fines del Pleistoceno y principios del Holoceno. En la actualidad el hallazgo de fósiles de Macrauchenia son muy escasos en todo América latina. Macrauchenia patachonica se halla en sedimentos del Pleistoceno tardío de Brasil, Paraguay, Chile, Bolivia, Uruguay y la Argentina.