Los ungulados
sudamericanos proporcionan un caso de evolución en aislamiento geográfico tan
notable como el de los marsupiales en Australia. Tras el aislamiento de Sudamérica
en el Eoceno, los notoungulados desarrollaron en poco tiempo una fauna muy
rica, entre la que se incluían animales de gran tamaño aunque la mayoría eran
pequeños.
Darwin fue el primero en
recoger restos de estos animales que más tarde serían descritos por Owen;
Darwin explica que estos fósiles fueron uno de los primeros estímulos en favor
de su teoría de la evolución.
Los notoungulados
desaparecieron de Sudamérica en el Pleistoceno, después que Sudamérica y
Norteamérica se unieran de nuevo, ante la competencia con herbívoros y carnívoros
más avanzados.
En el Museo
Municipal Punta Hermengo de Miramar se destaca un enorme cráneo
y otros restos de Toxodon platensis, recuperado hace poco tiempo
de un paleopantano en las inmediaciones de la localidad de Mar del Sud. El
aspecto en vida de este animal era muy similar al de un hipopótamo, y pesaría más
de una tonelada. Otro Notoungulato muy popular se encuentra representado
por varios restos mandibulares bien preservados, acompañada por una copia de un
cráneo con mandíbula de Macrauchenia patachonica, con un cuerpo
muy parecido al de un camello y una larga trompa.
También se encuentra un
pequeño esqueleto y cráneo con mandíbula pertenecientes a Paedotherium
typicum del tamaño de un conejo y un cráneo de Mesotherium
cristatum, estos últimos corresponden al Plioceno, es decir, más de 3
millones de años antes del presente.
Mas info en www.museodemiramar.com.ar